Piscinas de obra y piscinas prefabricadas: qué necesitas saber
A la hora de plantearse la instalación de una piscina en el hogar, la primera pregunta que viene a la cabeza es si se debe optar por una piscina de obra o una piscina prefabricada. En este artículo descubrirás que ambas opciones son válidas en función de tus necesidades. Para ello, repasaremos las características y ventajas de las dos principales opciones que tienes en el momento de escoger la piscina.
Piscinas de obra
Diseño personalizado
Una de las ventajas más destacadas de las piscinas de obra es la posibilidad de elegir el diseño que quieras, con total libertad para escoger la forma, la profundidad, el tamaño, etc. según tus necesidades. Si en tu caso, por razones estéticas, de espacio o de uso de la piscina necesitas un modelo a medida, la piscina de obra es la mejor opción.
Gran durabilidad
La piscina de obra, construida con materiales de máxima calidad y profesionales expertos, te puede durar toda la vida en óptimas condiciones llevando a cabo un mantenimiento básico. El vaso, hecho de hormigón, es muy fuerte y resistente. Además, el gunitado da gran resistencia a la estructura, protegiéndola de posibles movimientos en el terreno.
Mayor coste y tiempo de instalación
Si optas por una piscina de obra, debes tener en cuenta que tanto el coste como el tiempo de instalación serán mayores. Por un lado, la piscina de obra es más cara debido a que su construcción es más laboriosa y requiere más esfuerzo. Por otro lado, el proceso de instalación es más largo ya que el diseño se realiza en el propio terreno, no llega lista como en el caso de las piscinas prefabricadas.
Piscinas prefabricadas
Económicas
Las piscinas prefabricadas son más baratas que las piscinas de obra. De media, el coste se reduce entre un 10 y un 20%. Esto es debido a que la piscina ya viene construida y con el diseño hecho, con el consecuente ahorro en tiempo y mano de obra que supone.
Instalación rápida y limpia
Por un lado, la instalación de la piscina prefabricada, tanto si se quiere empotrada bajo tierra o elevado sobre tierra, es más rápida que en el caso de la piscina de obra. En menos de 5 días ya puedes estar disfrutando de tu nueva piscina totalmente en marcha. Por otro lado, el proceso de instalación es más limpio, sobretodo porque la fabricación de la piscina no se realiza in situ, con lo que te ahorrarás parte del polvo y de las molestias propias de la construcción.
Como habrás visto, ambas opciones tienen sus ventajas. En el momento de elegir entre piscina de obra o piscina prefabricada lo fundamental es que valores tus necesidades y que contactes con profesionales con experiencia que trabajen con materiales de primera calidad.