Llega el invierno y es el momento de purgar los radiadores de tu hogar. Haz que tus radiadores funcionen correctamente durante todo el periodo invernal.
En muchas ocasiones, al empezar el invierno, nos damos cuenta que los radiadores no calientan como deberían. Aunque a veces el problema va más allá, lo cierto es que normalmente el problema suele solucionarse purgando los radiadores.
En este artículo, vamos a explicarte cómo purgar radiadores para que funcionen con normalidad. Y si quieres renovar la el sistema de calefacción de tu casa, en este otro artículo te explicamos cuánto cuesta instalar calefacción en tu hogar.
Purgar radiadores paso a paso
Durante los meses en los que no se usa la calefacción, se va acumulando una cierta cantidad de aire dentro de los radiadores. A consecuencia de ello, el agua caliente no consigue propagarse por toda la estructura y el radiador no calienta correctamente.
Purgar radiadores es una tarea fundamental para que tu hogar se caliente como es debido. Es un trabajo relativamente simple y no deberías tener dificultades para realizarlo tú mismo. Te explicamos cómo hacerlo en 4 pasos:
1.Apagar la caldera y esperar a que los radiadores se enfríen
Aunque es recomendable purgar los radiadores al final del verano, es una tarea en la que solemos pensar cuando empieza el invierno.
Si ha llegado el invierno, se ha encendido la calefacción y te has dado cuenta de que tus radiadores no calientan suficiente, es momento de purgarlos. Lo primero que debes hacer, si tienes un sistema de calefacción independiente, es apagar la caldera y dejar que los radiadores se enfríen.
Una vez se hayan enfriado, ábrelos al máximo, girando la perilla en sentido antihorario. Esta perilla suele estar situada en el punto donde el radiador se conecta al conducto de agua caliente, en la parte superior del radiador.
2. Abrir la válvula de ventilación del radiador
En la mayoría de los casos, la válvula de ventilación se encuentra en la parte superior del radiador, opuesta a la válvula termostática, y para abrirla se requiere una llave especial.
Por lo general, esta llave se suministra con la compra de los radiadores. Si no la tienes, puede encontrarla fácilmente en cualquier ferretería o tienda de herramientas.
Aun así, algunas válvulas se pueden abrir fácilmente con unos alicates o una llave universal. Una vez que hayas encontrado la llave correcta, procede a abrir la válvula de ventilación girándola en sentido antihorario hasta que salga un chorro de aire seguido de un ligero flujo de agua. Cuando el agua sale sin parar, se ha producido la ventilación y puedes cerrar la válvula nuevamente. Recuerda cubrir el suelo con papel de periódico, toallas absorbentes o un recipiente debajo del radiador que recoja el agua que salga.
3. Verificar la presión correcta de la caldera
Una vez purgados los radiadores y cerrada la válvula de ventilación, verificar que la presión de agua de la caldera sea correcta, es decir, igual a un valor entre 1 y 2 bar. Si el manómetro indica una presión más alta, probablemente no hayas completado el procedimiento de purga correctamente y vayas a necesitar repetirlo.
Si, por el contrario, detectas una presión inferior a 1 bar, abra la válvula que se encuentra debajo de la caldera hasta que el manómetro alcance el valor ideal. Recuerda que mantener la presión correcta también es muy importante para preservar la caldera de posibles problemas de funcionamiento.
Una vez que se restablezca la presión correcta, podrás volver a encender la caldera y constatar que los radiadores se calienten por completo, de manera uniforme y constante. Todo este procedimiento se refiere a un sistema de calefacción independiente. Si usas un sistema centralizado y quieres saber cómo purgar radiadores, ten en cuenta que el método es el mismo, pero no tienes la posibilidad de regular la presión de agua de la caldera.
4. Complicaciones al purgar radiadores
Es probable que si vives en una casa antigua, una residencia de campo o, en en un edificio antiguo donde los radiadores nunca han sido reemplazados, no puedas purgar los radiadores tan fácilmente. Si tu radiador no cuenta con una válvula que ajustar, puedes comprar una compatible en una tienda de plomería, o contactando con un profesional que pueda instalarla.
Otro inconveniente que podría ocurrir con radiadores y sistemas de calefacción antiguos es la presencia de incrustaciones y obstrucciones dentro de las tuberías o en la estructura del radiador. En estos casos, es esencial que un técnico experto lleve a cabo una revisión de la calefacción, ya que es necesario utilizar equipos y técnicas profesionales, como el lavado químico y el uso de máquinas a presión.
Por otro lado, si la propiedad es tuya, puede ser un buen momento para cambiar los radiadores.
Aunque la tarea sea simple, te recomendamos que si te encuentras con algún tipo de complicación, contactes con un profesional del sector que te ayude a purgar radiadores correctamente.